20090611

CONDORITO CANTA TANGO




Por Juan Pablo Abalo

“Tal vez la misión del tango sea la de dar a los argentinos la certidumbre de haber sido valientes, de haber cumplido ya con las exigencias del valor y el honor”, decía Jorge Luis Borges a propósito de un diálogo en el que Oscar Wilde define a la música como “la que nos revela un pasado personal que, hasta ahí, ignorábamos”. Y es que a Borges no le gustaba particularmente el tango, no el moderno al menos, al que consideraba extremadamente “sensible” y “afeminado”. Prefería el primer tango, el primitivo o criollo; sus gustos musicales se inclinaban particularmente a la milonga, similar según él al blues norteamericano. Al contrario, el también poeta y compositor argentino, Enrique Santos Discépolo, autor nada menos que de “Cambalache”, definía al tango como “un sentimiento triste que se baila”.



Como fuera, el tango -música que fascinó al ruso Igor Stranvinsky, nacida de la mezcla producida por la llegada de una enorme población al Buenos Aires de las últimas décadas del siglo XIX- es con seguridad la testigo principal de las aventuras y desventuras de dicha ciudad de ahí en adelante: es su mejor voz. Por lo mismo, cuando se trata de una música tan propia de un lugar y de un modo de ser, es difícil encontrar grupos musicales que desde otro país y, sobre todo, desde otro y opuesto modo de ser (como es el caso de Chile respecto a Argentina), dediquen sus cualidades musicales a interpretar tangos tradicionales y crear otros nuevos, con resultados en su mayoría felices.

Alevare Quinteto -que, dicho sea de paso, es bastante más que un quinteto (2 violines, viola, violoncello, clarinete, contrabajo, cantor y piano)- es precisamente un grupo de músicos chilenos que se dedican al tango. “Caleta de tango” es el nombre de su reciente y primer CD, en el que, bajo la dirección y los arreglos del instruido músico Francisco Núñez (Quintessence), suenan trece canciones, grabadas óptimamente en vivo en la acárica sala Isidora Zegers de la Universidad de Chile, durante junio de 2008. Autores como Astor Piazzola (“Zum”, “Michelangelo 70”) Osvaldo Pugliese (“Negracha”), Horacio Sanguinetti y José Dames (letra y música respectivamente del tema “Nada”), son parte de un nutrido repertorio con el que Alevare Quinteto estructura su producción, que incluye tres canciones originales de integrantes del grupo, destacándose entre ellas “Puñalada”, del cantor de la agrupación, Pablo Moraga, y “Erik”, de Erik Romero (esta última -hay que decirlo- destaca por lo excéntrica que resulta en el disco, por no decir por lo fuera de tiesto que parece estar).

“Caleta de tango” es un trabajo que vale la pena escuchar, música que se ajusta a las palabras de Discépolo sobre la conversión al baile de un sentimiento de melancolía perpetua: Condorito también puede bailar tango con sus melancolías.

No hay comentarios: